Los Modelos Básicos son tres: Modelo clínico o de Couseling, Modelo por
Programas y Modelo de consulta.
Modelo clínico o
de Couseling
La orientación
en este modelo, se basa en la relación terapéutica directa e individualizada
entre el orientador y el orientado, siendo el orientador el que dirige el
proceso y el que asume la mayor responsabilidad, es por ello, la importancia
que adquiere la actitud y los conocimientos de éste en el proceso.
El orientador,
como profesional, debe basarse en técnicas, experiencias y conocimientos
específicos para llevar a cabo una efectiva intervención. Los instrumentos
característicos de intervención son la
entrevista y el diagnóstico.
La principal
ventaja que tiene este modelo, es que la resolución del problema se lleva a
cabo por un especialista que se encuentra dentro del entorno del alumno, por lo
que conoce bien la realidad.
Sin embargo,
existen varios inconvenientes, ya que este modelo está enfocado al alumnado con
problemas, dejando de lado a los demás alumnos y miembros del centro. Además, se utiliza cuando el problema ya
existe, no puede usarse como prevención.
Modelo de Programas
Se trata de un
modelo más integrador, en el que la orientación comienza a conceptualizarse
como proceso. Se actúa tanto por programas de prevención como de intervención
social o educativa. Los programas contienen objetivos establecidos en el tiempo
previamente, materiales y recursos necesarios para llevarlo a cabo y la
colaboración del orientador, alumnos, padres, maestros… Son establecidos según las necesidades
detectadas y van dirigidos a todos los usuarios del centro.
Este modelo
permite la intervención a nivel grupal y comunitario, fomentando la actividad
en grupo y la participación de todos los miembros del centro. Además, el orientador puede ejercer funciones
que van más allá de lo clínico. La orientación es considerada como un soporte
técnico.
Pero este modelo también presenta
dificultades, ya que hay que cambiar la manera de trabajar, adaptando de forma
progresiva y habituando a todo el centro a trabajar por programas.
Modelo de consulta
Centra sus orígenes en el modelo clínico, pero
actualmente son completamente distintos. Este modelo presenta la orientación
basándose en la relación triádica entre el consultor (orientador), consultante
(profesor) y cliente (alumno). Se trata de una intervención indirecta, ya que
el consultante demanda la ayuda del consultor de manera voluntaria, para realizar
la intervención de manera adecuada con el cliente. De esta forma, se potencia el desarrollo y entrenamiento de
las habilidades del profesor a la hora de afrontar los conflictos con los
alumnos.
El orientador
es caracterizado como asesor y formador de otros profesionales que se encuentran
en el mismo estatus. Se puede enfocar desde la prevención, desarrollo e intervención social.
Este modelo
presenta varias ventajas: se trata de un proceso de aprendizaje para el
consultante, por el que adquiere habilidades para la solución de problemas, se
mejora la relación del orientador en el centro con los demás profesionales y
padres, involucrando de esta forma la participación de todos en la
intervención.
Sin embargo,
también presenta varios problemas: escasa práctica de este tipo de intervención
y la falta de disponibilidad del profesorado para ello.
A mi parecer, considero que el Modelo de Programas es el más completo, ya que se puede intervenir desde todos los enfoques (prevención, desarrollo e intervención social) haciendo partícipe de ello a todos los componentes del entorno. Pienso que es la forma más enriquecedora y efectiva de plantear la orientación.
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